La gota se presenta como una artritis monoarticular aguda, presenta ataques repentinos e intensos de dolor, eritema y sensibilidad de las articulaciones. Se produce por la formación y depósito de cristales de urato en tejidos, frecuentemente en las articulaciones.
Se debe a la presencia de hiperuricemia (ácido úrico elevado >6.8mg/dl en sangre), por lo que a esta concentración se disminuye la solubilidad del ácido úrico en el cuerpo, lo que causa depósitos en el líquido sinovial y algunos tejidos.
- Dieta: una dieta rica en carne, mariscos, alcohol en especial la cerveza pueden elevar el ácido úrico y desencadenar una crisis
- Obesidad y síndrome metabólico
- Enfermedades renales
- Medicamentos: tiacídicos y aspirina a dosis bajas
- Antecedentes familiares de gota
- Sexo masculino
- Edad entre los 30 y 50 años
- Cirugías y traumatismos
- La hiperuricemia es asintomática, los síntomas se presentan hasta que los cristales se depositan en algún tejido y causan inflamación y dolor
- Dolor articular intenso repentino, frecuentemente afecta a la articulación del dedo gordo del pie, aunque puede afectar otras articulaciones.
- Molestia persistente: el dolor se autolimita de 7-10 días
- Inflamación de la articulación
- Limitación del movimiento
- Puedes presentar varios ataques con la misma sintomatología
Generalmente el diagnóstico se obtiene con la evaluación de la historia clínica y algunos estudios de sangre, líquido sinovial y estudios de imagen
La gota se considera una enfermedad curable, durante la crisis el objetivo del tratamiento será la disminución del dolor e inflamación de la articulación, posteriormente después de que ceda la crisis se podrá dar tratamiento para la reducción de ácido úrico y medidas generales para evitar las crisis.
La respuesta es sí, principalmente se puede prevenir reduciendo los factores de riesgo, como mantener un buen peso, beber muchos líquidos, evitar el alcohol, consumir moderadamente las carnes, pescado y aves.
